"Destellos de un antiguo cielo nocturno nos visitan para ofrendarse a la sensibilidad de quienes lo observan".
Nuestra propuesta presenta el trabajo de cinco artistas cuyas obras son, en esencia, homenajes y ofrendas: a las artistas mujeres del pasado, en la obra de Mariana Guagliano, realizada con una minuciosa técnica heredada de la alta costura, el Luneville; a una casa antigua convertida en musa a ojos de Pilar Frelliaro, donde la luz y la sombra corretean y juegan a suspender el tiempo; a la sutileza de las perlas barrocas en la obra de 𝗖𝗮𝗺𝗶𝗹𝗮 𝗕𝗼𝘂𝗰𝗵𝗲𝘁, transformadas en pequeños y enredados paisajes por los que un personaje alado transita; a la perseverancia de los objetos olvidados y herrumbrados (como los animales de carrusel) que bajo la pincelada enérgica de 𝗔𝗻𝘁𝗼𝗻𝗶𝗮 𝗧𝗲𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿𝘆 cobran nueva vida; y, finalmente, a la madre naturaleza, percibida por 𝗔𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗖𝗲𝗹𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗙𝗲𝗿𝗿𝗮𝗿𝗶 como un espacio íntimo y fértil, donde elementales y seres fantásticos se aventuran hasta fundirse con el paisaje.
